EDUCACIÓN PARA LA NO VIOLENCIA
La
educación es, con toda certeza, el agente más poderoso e importante para el
cambio cultural y para el progreso social, ya que permite por un lado el
desarrollo integral de la persona, el que tome conciencia de los problemas sociales;
y ayuda a la búsqueda y puesta en práctica de las soluciones más adecuadas para
esos problemas sociales mediante la adquisición de los conocimientos.
En muchas
ocasiones tratar de cambiar o modificar
una realidad se torna un problema complejo dada la cantidad de factores a las
que es necesario recurrir para que la explicación tenga sentido y también por
la variedad de puntos de vista desde los que se puede ver el mismo hecho.
Pero a
pesar de lo anterior es posible afirma que en la actualidad se debe educar para
la convivencia justa, solidaria y en paz entre todos los seres humanos.
Se debe
dar una educación que facilita un cambio en las actitudes y comportamientos de
las personas y que ayuda a la en la relación de las personas.
Pero... ¿Qué pasa cuando la violencia se encuentra
en las instituciones educativas?
Se ha
establecido que la exclusión social, la falta de empleo, la marginalidad, la
inequidad, las crisis económicas, la corrupción, la inseguridad, el
desprestigio de las instituciones, la ingobernabilidad, está presente como un
tipo de violencia y en todo el mundo y muy presente en Costa Rica. Esto ha
generado una sociedad que está pasando por una época en la que se ve a simple
vista, altas dosis de violencia, donde se vende la confrontación como lo mejor
para solucionar los problemas que se presentan. Así mismo los medios de
comunicación masiva, presentan los actos violentos como parte de la
cotidianidad y como una forma para lograr lo que se quiere, sin importar las
consecuencias.
“Otros factores externos son el crecimiento
de los grupos y de las pandillas, como también el tráfico de drogas y el
colapso de la estructura familiar. La falta o la pérdida de espacios para la
socialización se presentan como factores adicionales.” (Fallas, 2012:100)
Así mismo,
la existencia de instituciones educativas en las cuales los alumnos no se les
da la palabra, donde todo se organiza sin la participación del estudiantado,
donde no se promueve la participación y toma de decisiones por medio del
consenso; donde las autoridades escolares siempre tienen la razón; donde la
posesión de la verdad es prerrogativa de quienes ostentan el poder; donde se
abusa de este poder conferido institucionalmente, donde se da la falta de
respeto por parte de los profesores en relación con los alumnos, y de estos con
aquellos, donde la calidad de la enseñanza no es la mejor, donde se presenta
una gran escasez de recursos y donde se practica una educación conductista,
impidiendo, la construcción del conocimiento, la oportunidad de crear y de
convivir, son elementos que la literatura afirma como generadores de
situaciones de violencia en los centros educativos.
Todas
estas son circunstancias apropiadas para generar un sujeto violento, ya que
esto es lo que ha aprendido y por lo tanto va a ser el único recurso que conoce
para enfrentar las diferencias que surjan en su relación con las personas, los
objetos o el ambiente.
Ante esta situación, se encuentran una enorme
cantidad de niños y jóvenes lo cual los conduce a vivir situaciones de riesgo,
haciéndolos reproductores de la violencia estructural que los ha convertido en
víctimas y que es producto de situaciones de las estructuras económicas y
sociales que marginan a las personas, ya que les niega o reduce su posibilidad
de obtener una calidad de vida mejor.
En resumen
“los actos violentos están sujetos a un
gran sistema de relaciones interpersonales donde las emociones, los
sentimientos y los aspectos cognitivos están presentes y configuran parte del
ámbito educativo. Asimismo están ligados a las situaciones familiares de cada
alumno/alumna y al ámbito social de la escuela.”(Fallas, 2012: 101)
Existe
entonces violencia en las Instituciones educativas, así lo confirma el
incremento de las conductas hostiles y destructivas. Muchos informes que han
realizado las autoridades públicas y privadas coinciden en señalar que, en las
últimas décadas, se ha producido un incremento progresivo de los conflictos en
los centros educativos.
Así mismo
diversas investigaciones en el área, afirman que existen manifestaciones de
violencia escolar tales como agresión física a docentes por parte de alumnos,
disputas entre alumnos que culminan en enfrentamientos físicos, agresión verbal
a docentes, agresión a docentes a través de escritos, destrucción de bienes
materiales de los docentes, deterioro de la infraestructura y mobiliario, etc.
coevaluador Anayeli Gonzalez
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