Hace
69 años se proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos con el fin de
conseguir un mundo en el que los individuos sean libres de la miseria, de la
injusticia, que disfruten de su libre albedrío y de la libertad de creencias,
después fueron aumentados los derechos culturales, económicos, raciales y
sociales. La democracia es un sistema que nos da la capacidad de organizarnos
para distribuirnos el poder de elegir a un representante y que no radique en un
solo individuo. Si bien, la tolerancia es el respetar los pensamientos y las
acciones del semejante cuando resultan contrarios o distintos a los propios.
Cuando se cumplen adecuadamente los tres se obtiene la paz, esto significa un
estado de tranquilidad y equilibrio en el individuo, así como la ausencia de
guerras o los conflictos violentos con el estado o entre estados.
A saber de lo anterior, podemos hacer un
análisis de cómo se han implementado estos 4 elementos en México.
Hace poco más de 7 décadas hemos tenido en el
poder al Partido Revolucionario Institucional (PRI), durante este transcurso
sólo hemos tenido alternancia en el poder con el Partido Acción Nacional (PAN)
durante dos sexenios (2000-2012). ¿a qué te suenan estas últimas tres líneas?
¿realmente existe alguna diferencia en el poder? ¿realmente elegimos a nuestros
representantes? ¿realmente el voto ayuda de algo?
A lo largo de la historia política en México se
han llevado a cabo una serie de sucesos que han marcado al país, sucesos
atroces, repudiables, sucesos que nos avergüenzan y nos hacen querer cambiar de
nacionalidad. Sucesos como el caso Guerrero (1960), Tlatelolco (1968), “El
Halconazo” (1971), Aguas Blancas (1995), Acteal (1997), {San Salvador Atenco
(2006) Ayotzinapa (2011)} (estos bajo el poder del PAN), Tlatlaya (2014) Ayotzinapa
(2014). Todas matanzas, incluidas 47 mujeres violadas por el grupo de
granaderos y policías estatales. Y sólo por mencionar algunos crímenes
encabezados por el gobierno mexicano. Esto sólo nos dice que hemos estado más de
70 años bajo una dictadura interminables.
Como ya es de costumbre siempre se cae el
sistema justo cuando se darán a conocer los resultados electorales, pero esta
vez no fue así, esta vez se cometieron diversos fraudes electorales y la compra
de voto más grande de la historia electoral del país, justo en los municipios
más grandes del estado de México.
Somos la nación donde de
día vota el pueblo y de noche eligen los gobiernos (Eduardo Galeano).
Donde nos venden
los derechos humanos y aún tenemos que agradecer como si fueran un obsequio,
donde se aprovechan de la necesidad para crear un falso populismo y comprar
nuestro voto.
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Por otro lado, México es un país donde reina la
diversidad tanto biológica como cultural, pero ¿de qué va esta mención? De que
en México aún existe la discriminación entre nuestros propios habitantes, a
veces disfrazada del humor cotidiano de nuestra región, donde el indígena es
sinónimo de vergüenza, donde la mujer aún es recriminada por su forma de
vestir, donde debe existir un “salario rosa” y un “transporte rosa” entre las
propuestas para ganar la candidatura, donde el homosexual no tiene derecho a
casarse ni a adoptar, como si todos estos no fueran seres humanos, donde se
cometen 5 feminicidios diarios, donde ocupamos el segundo lugar a nivel mundial
en homicidios por preferencias sexuales.
Además, tiene una multiplicidad de creencias religiosas de
naciones y culturas originarias que han tenido que vivir ocultas y de su mundo
religioso. Algunos de esos pueblos conservan, por un lado, algunas creencias y
prácticas ancestrales, pero por otro lado han adoptado los principales
elementos del catolicismo.
Esta es una de las razones por las cuales México se
ha quedado sumergido en los grandes problemas de su historia y que además sigue
generando situaciones críticas para la vida y la sociedad. Por lo cual el pueblo de México contiene una herida que no ha
logrado cicatrizar y que lo pone en la situación de vivir en la ignorancia colectiva.
Todo esto ha
logrado que el catolicismo establezca una estrecha relación con el gobierno
mexicano y la televisión. Nos dicen que tenemos libertad de elegir la religión
que profesamos, pero nos lavan el cerebro con los programas institucionales de principios
y leyes católicas, y con esto sólo nos damos cuenta que no existe el estado
laico.
Donde un partido político se aprovecha de esta situación y de la “fe” de
las personas para autodenominarse como la esperanza de México, haciendo referencia
a un ícono religioso.
En una nación que
se caracteriza por una situación extrema de inseguridad y violencia; graves
violaciones, en especial desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y
tortura; niveles críticos de impunidad y una atención inadecuada e insuficiente
a las víctimas y familiares ¿existe algo referente a los D.H? ¿a la democracia? ¿a la paz o tan solo a la
tolerancia?
¡Claro que no!,
eso sólo es una utopía en México.
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